Juan, el personaje de la historia, ya empieza a caminar de manera independiente y con ello puede ampliar su mundo y ejercitar su curiosidad. De igual manera que sus pies se desarrollan, lo hacen sus manos a través del agarre, pero aún le cuesta coordinar diferentes acciones como soltar algo para tomar otra cosa, lo cual implica, además de desarrollo físico, desarrollo cognitivo. Este aprendizaje se va incorporando en la medida en que el niño repite las experiencias a nivel vivencial o representativo (imágenes y texto en un libro). Aunque Juan no tiene mucho vocabulario, se hace entender. Está en etapa de experimentación y de esta manera irá comprendiendo el efecto de sus acciones sobre sí mismo y sobre los objetos, hasta lograr un mayor control de los movimientos que realiza. Cuando Juan trata de hacer lo que su madre sugiere, su “incapacidad” para coordinar acciones le genera frustración, la que expresa a través del llanto y el enojo, lo cual es otra manera de comunicarse, sin embargo, el adulto cuidador está atento a cada una de estas formas de lenguaje para comunicarse con el bebé. El cuento traza una ruta clara de lo que el adulto debe hacer en estos casos, y es acompañar al bebé a través del lenguaje hablado de tal manera que le permita ir ampliando sus maneras de comunicación a la vez que lo anima a la experimentación.
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SKU: 9789585699656
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